EL 15.º informe anual sobre el estado de Agile, explica que un gran porcentaje de las empresas (97%) utilizan la metodología Agile. Pero no quiere decir que garantice que esta metodología sea la correcta o te asegure el éxito. Y tampoco significa que el enfoque más tradicional de Waterfall terminará siendo una decepción. A continuación puedes ver los dos modelos con sus similitudes y diferencias, podrás decidir si utilizar en tu proyecto metodología Agile o Waterfall.
¿Qué es la metodología Agile?
La metodología Agile busca la satisfacción del cliente. Y se basa en repartir las tareas y los diferentes trabajos del proyecto de forma flexible. Con el objetivo de trabajar mucho más rápido, realizando las actividades de desarrollo y prueba de manera simultánea a diferencia del modelo Waterfall. Este proceso hace que se produzca una mejor y mayor comunicación entre clientes, desarrolladores, gerentes y evaluadores.
La metodología Agile tiene como ventajas que el ciclo de vida se desarrolla más rápido, definido con un calendario de “sprints”, flexible y empodera a los participantes en el proyecto. Esta metodología tiene un enfoque centrado en el cliente, buscando siempre su participación, una máxima satisfacción y flexibilidad. Al tener tanto contacto con el cliente, se define el objetivo del proyecto tal cual lo quiere, el feedback es muy importante para su agrado. El equipo de trabajo se reparte de una manera fácil las tareas haciendo todo mucho más ameno y menos costoso. Los equipos suelen ser más pequeños, permitiendo cumplir los objetivos individuales más claros y teniendo cargas de trabajo más equilibradas. Normalmente suelen estar muy motivados y autoorganizados haciendo que se produzcan mejores resultados en proyectos de desarrollo. Todo el proceso se basa en el avance de conocimientos, reduciendo los riesgos en el proceso de desarrollo.
Una de las quejas más normales por parte de los clientes es que los plazos de entrega no se adecuan a la realidad, provocando un aumento de costes del proyecto. Y que el proyecto final sea totalmente diferente al plan inicial. Y estas quejas hacen que los propios desarrolladores retrasen aun más el trabajo.
¿Qué es la metodología Waterfall?
La metodología Waterfall es la forma tradicional de desarrollar proyectos en un orden fijo. El equipo de desarrollo tiene como premisa del proyecto no pasar a la siguiente fase de trabajo hasta completar la anterior. Comienza con la fase de análisis y diseño del proyecto, seguido por la implementación, el testeo y la puesta en funcionamiento. Waterfall hace que los procesos sean previsibles, actividades repetitivas y fáciles de pronosticar, sin cambios muy grandes a lo largo del proceso. Las raíces de este modelo se remontan a 1956.
Las ventajas que tiene la metodología Waterfall es que la planificación es sencilla, con tareas y alcances bien definidos. Tiene una forma de trabajo que fluye lógicamente desde un punto de partida bien claro, hasta un punto final establecido. Los roles están claramente adjudicados y los equipos pueden trabajar en paralelo bajo la mirada de sus supervisores. Todo el proceso exige estar documentado, permitiendo planificar tiempos y presupuestos. El cliente conoce realmente el producto final que va a recibir desde el principio. Debido a que las fallas de diseño o los errores de codificación pueden detectarse antes, la ejecución y la implementación pueden ser mucho más rápidas.
Como desventaja, se basa en una estructura de trabajo muy rígida en cuanto a cambios se refiere. Al tener limitaciones a la hora de cambios, no es la metodología idónea para proyectos grandes. Ya que cuando se cierra la fase de requerimientos, y se desea hacer algún cambio, es bastante difícil ya que afecta al coste del producto. Deben aclararse desde el principio los requisitos, sino es un método poco efectivo. Y se produce una falta de inmediatez en la respuesta.
Al destacar las mejores partes de las dos metodologías, te das cuenta de que Agile y Waterfall pueden complementarse fácilmente en lugar de compararlos. Todo depende del proyecto que vayas a realizar y en la forma que quieras ejecutarlo.
Principales diferencias entre Agile Y Waterfall
La metodología Agile, favorece procesos en el que las condiciones pueden cambiar o evolucionar. En cambio, el modelo Waterfall se aplica a proyectos con requisitos definidos y en los que no se espera ningún cambio. Una de las principales diferencias entre las dos metodologías es su propio enfoque de calidad y pruebas. En Agile las pruebas se realizan al mismo tiempo que la programación. En cambio con Waterfall la fase de prueba es después de la de construcción. Otra clara diferencia es que la metodología Waterfall no requiere de la participación del cliente en cambio en Agile se centra en su satisfacción plena. La mentalidad en estas metodologías es muy importante y el modelo Waterfall se centra en la financiación del proyecto. Agile ha introducido una mentalidad de producto que tiene como objetivo garantizar que el producto desarrollado cumpla con los requisitos de los usuarios y sea adaptable si cambian las necesidades de los clientes. El proceso es diferente, Waterfall lo divide en diferentes fases y Agile separa el ciclo de vida del desarrollo del proyecto en sprints. Los roles con Waterfall están definidos y en Agile son intercambiables según cada fase.
La lucha entre estás dos metodologías ha sido histórica. ¿Es una mejor que la otra? No, sino que depende de tu proyecto. Agile puede ser mejor que Waterfall en la flexibilidad y retroalimentación de los clientes, pero el último tiene trucos para enseñar al primero exactamente en cómo estructurar y planificar un proyecto. No te preguntes cuál es mejor de las dos sino qué puede hacer con lo mejor de Agile y Waterfall.