Inés García-Nieto representó a España en las Finales Internacionales de Kiev (2012) y Bucarest (2013), mientras terminaba sus estudios en Derecho y Administración y Dirección de Empresas y cursaba el Máster de Gestión Internacional de la Empresa del ICEX. Hablamos con ella sobre su experiencia internacional y sobre cómo Global Management Challenge ha influido en su desarrollo profesional.
Participar en GMC supuso un cambio muy importante en la forma de enfrentarme a los problemas propios de la gestión empresarial. No sólo se trataba de tener conocimientos específicos, como sucedía a lo largo de los estudios o las diferentes prácticas formativas. Durante la competición, se trata de aplicar esos conocimientos y los nuevos que puedas adquirir con el único fin de luchar por tener la mejor empresa, y si no lo conseguíamos, habría que esperar un año para volver a demostrar de lo que éramos capaces. Era un reto, y tenía que responsabilizarme de que la parte de la que me encargaba y supervisaba funcionase a la perfección: no podía fallar a mi equipo. Con él participé durante tres años consecutivos, ¡esto engancha! Cada año, al inicio de la competición, nos reuníamos para organizarnos, dándonos cuenta de que habíamos evolucionado, que nuestra forma de pensar era distinta, que nos enfrentábamos a los problemas de otra forma, con soluciones más innovadoras y con una capacidad analítica muy superior. Podíamos aplicar todos los conocimientos que habíamos adquirido durante el año.
Y qué decir de la experiencia internacional. Cuando llegas a la Final Internacional y te dan la bandera de España, es una sensación increíble, tienes la responsabilidad de representar a tu país. En Bucarest conseguimos que la empresa de España aumentase de valor durante todos los trimestres y liderar la clasificación en varios de ellos. Estuvimos muy cerca de dar la sorpresa en un final más que ajustado, en un grupo muy complicado con China y Polonia como grandes rivales a batir.
De mi paso por la competición me quedo con muchas cosas, con las personas que he conocido por todo el mundo, con las finales, con la mejoría profesional que he experimentado y con infinidad de conocimientos y experiencias más. En la última entrevista de trabajo que realice, estuve más de la mitad del tiempo hablando sobre la competición, ya que lo que interesaba al entrevistador no era tanto la formación que había recibido, sino las experiencias profesionales únicas que había tenido, y estaba claro que Global Management Challenge era una de ellas.