Por Ana Ribalta, Subdirectora General y Directora de Banca Corporativa & EMEA de Banco Sabadell
Hay quien sostiene que el emprendedor es aquel que activa proyectos, que pone en marcha ideas. Sin embargo, esta definición resulta corta. Tan importante es iniciar un camino como saber consolidar su implementación. El emprendimiento no se resume en tener una idea disruptiva o una visión ilusionante que inicia una andadura. Hablamos de una profunda convicción del que emprende y que descansa en valores como el liderazgo, la innovación, el esfuerzo, la perseverancia, el compromiso, la satisfacción, la ética, la resiliencia, sin olvidar esa pasión por materializar el sueño que se persigue.
En Banco Sabadell, el emprendimiento forma parte de su historia. Su fundación ya fue un hecho excepcional. En 1881, un grupo de 127 ciudadanos de Sabadell y comarcas, entre fabricantes, comerciantes, propietarios agrícolas y profesionales de diversas ramas, decidieron crear un banco para proveer a la ciudad de la financiación necesaria que impulsara su actividad productiva y comercial. No fue una iniciativa individual o familiar como era lo habitual en aquellos tiempos. Aquel grupo de 127 visionarios rompieron la ortodoxia de la época. No había precedentes de que un colectivo tan numeroso asumiera un proyecto de tamaña ambición. De los 28 bancos que se crearon en Cataluña a finales del siglo XIX, sólo Banco Sabadell continúa. Hoy, con 137 años de trayectoria, podemos afirmar que aquellos ciudadanos fueron unos grandes emprendedores, ya que supieron crear una idea, consolidarla e inculcar unos sólidos valores a las generaciones posteriores.
Y cuál es el secreto para que esto perdure.
Explicaba Henry Ford que un negocio que sólo se dedica a ganar dinero es un negocio pobre. Pongo en colación esta máxima porque en Banco Sabadell siempre hemos dado prioridad a la manera de hacer las cosas y a evitar la autocomplacencia. Y en ese sentido, el cliente y su nivel de satisfacción lo es todo. Nacimos como un banco de empresas y entendimos que el mejor servicio que podíamos ofrecerles no era sólo financiar sus proyectos sino estar a su lado en cualquier situación. Por ello, muchos aún se sorprenden cuando descubren que fuimos el primer banco español que abrió oficinas de representación en China, la India, Singapur o Líbano, entre otros lugares, simplemente para acompañar a los clientes que se internacionalizaban, o la primera entidad del país en tener una full branch en EEUU o una oficina en Marruecos.
Nuestra entidad ha sabido adaptarse a los tiempos y poner en marcha nuevos productos y servicios. Porque el espíritu emprendedor nunca descansa ni se conforma. Somos un banco que ha ido ampliando horizontes y penetrando en nuevos mercados a nivel nacional e internacional. Hemos tenido que aprender y desaprender para mejorar nuestro expertise en cualquier ámbito de negocio en los que estamos inmersos: banca de empresas, banca de particulares, banca privada, banca corporativa o capital riesgo. Nuestro grado de especialización es tan variado que no se dudó en crear, en esta época en que la digitalización inspira tantos proyectos empresariales, una unidad de negocio dedicada al emprendimiento. Así, se creó en 2013 BStartup para apoyar a las startups, en 2015 Sabadell Venture Capital, como vehículo de inversión para startups en fases seed y series A, y en 2017 Innocells, como el hub de los negocios digitales del banco. Nuestra entidad se ha erigido en un referente para el emprendedor que ya cuenta con 2.700 startups como clientes y 143 millones de euros en financiación aportados.
No obstante este incansable trabajo hacia el cliente no tendría sentido si entre los profesionales de la entidad no asumieran la filosofía de aquellos 127 pioneros que crearon Banco Sabadell. La fuerza motriz para ser un banco que está por y para el emprendimiento radica en sus empleados. En este aspecto, hay que explicar dos palancas de acción. La primera es BS Idea, la plataforma que recoge proyectos e ideas que reflejan el espíritu de mejora continua del equipo humano del banco. El pasado año los comités de calidad que gestionan el BS Idea recibieron más de 3.100 proyectos para su análisis e implementación. La segunda palanca son programas de desarrollo profesional, donde destacan dos por su orientación a impulsar el emprendimiento como motor de innovación y mejora continua: el Programa Laude, destinado a los profesionales de la red comercial, y el Programa Corporativo de Management, focalizado en aquellos empleados que han adquirido un rol de director o responsable de unidad de negocio en el centro corporativo.
Uno de los grandes emprendedores contemporáneos, el creador de Apple Steve Jobs, opinaba que “ya que el trabajo va ocupar gran parte de tu vida, la única forma de estar satisfecho es hacer aquello que crees que es un buen trabajo, y la única forma de hacer un gran trabajo es amar aquello que haces”. Creo que un banco con 137 años de historia que no ha dejado de crecer y superarse y que mantiene el talante emprendedor de sus fundadores se debe a que ama lo que hace, que disfruta aportando lo mejor a los clientes. Compartir los éxitos con ellos, ayudarles a superar obstáculos y alcanzar las metas que se proponen es una satisfacción tan grande como la que goza cualquier emprendedor en busca de nuevas aventuras. Ese es el secreto de Banco Sabadell, un banco que no para de perseguir sueños y que ama lo que hace.